viernes, 19 de junio de 2020

13, Rue del Percebe



La serie de Ibáñez "13, Rue del Percebe", es una de las más conocidas e hilarantes de su autor, después de los propios "Mortadelo y Filemón" 



Esta serie apareció por primera vez en el número 0 de la revista "Tío Vivo" en su segunda etapa, cuando ya la tenía la Editorial Bruguera, había acabado la aventura de los cinco grandes y habían vuelto al redil Brugueriano.


                                  Primera página publicada de la serie.


En realidad, más que una historieta al uso, era una concatenación de chistes (cientos) ambientados en un mismo espacio: un edificio de tres plantas, portería y buhardilla, habitado por unos personajes "peculiares" a los que paso a presentar desde la buhardilla hacia abajo  (aunque para casi todos sean bien conocidos):

En la buhardilla vive Manolo, un pintor, moroso profesional, con el que Ibáñez "homenajeó" a Manuel Vázquez, al que siempre esperan acreedores en la azotea, en su puerta. 
También habitan un gato y un ratón, que son dos protagonistas más. En algunos sitios se dice que el gato es el de el moroso, pero yo he visto historietas en que aparecen los dos gatos, el de Manolo y el de la azotea, al que el ratón se dedica a torturar sistemáticamente en todas las historietas.






En el tercero izquierda, vive Ceferino Raffles, un ladrón que puede robar cualquier cosa, casi siempre inútil, desde anclas de barco hasta ballenas, con su mujer. Tanto la "profesión" como el apellido seguramente está inspirado en el famoso ladrón romántico del mismo apellido, creado por el escritor Ernest William Hornung.





En el tercero derecha, vive una madre con sus tres hijos pequeños que son lo más gamberro que se puede ver y que las lían gordísimas. Al principio de la serie, tenían una hermana mayor casadera a la que espantaban a todos sus pretendientes. Al marido de la madre nunca se le vio, pero se suponía que lo tenía, porque a veces los niños le habían quemado el sueldo y cosas así.






En el segundo Izquierda, vive una señora mayor y solterona loca por los animalitos en general y los gatos en particular, miembro de la protectora de animales a la que dichos animales suelen gastarle bromas pesadas.




El segundo derecha estuvo habitado por un científico loco, que creaba los más ridículos monstruos e inventos, que duró tres años, hasta que la censura sentenció que "solo Dios podía crear vida" e Ibáñez lo cambió por un sastre chapucero, aunque durante 21 historietas, el piso estuvo en alquiler o en venta y era la portera la que se encargaba de enseñarlo. El estado del piso era el chiste en sí.





Y ahora vamos al primero izquierda, en el cual habita un veterinario poco diligente en su profesión, al que no querríamos llevar a nuestra mascota.




En el primero derecha, vive la dueña de la pensión en la que ha convertido su piso, al que tiene siempre muchos más realquilados de los que puede meter y a los que trata a baquetazos. En la época en la que esta serie empezó a publicarse, era muy frecuente la figura del realquilado.



Y llegamos a la planta baja, en la que a la izquierda está el colmado de Don Senén, un tendero totalmente tramposo, que estafa a sus clientas de todas las maneras posibles, aunque a veces estas trampas se vuelven en su contra.  Resulta llamativo, a mi modo de ver que la censura se "metiera" con el científico loco, pero dejara ver que los tenderos eran unos estafadores...




Pegada al colmado, se encuentra la portería, cuya titular es una cotilla, que suele hablar con el habitante de la alcantarilla o con los visitantes que van a utilizar el ascensor, para prevenirles sobre el mismo.



La alcantarilla de enfrente de la portería, también tiene inquilino: Don Hurón, al que según consta en la primera entrega de la serie, se la alquiló la dueña de la pensión del primero derecha. (en las fotos de arriba, junto con la portera)


El ascensor es otro protagonista en sí mismo, pues casi nunca funciona o lo hace con los más variados métodos (todos para carcajearse) o es robado, o se encoje al mojarlo, o se sustituye la cabina por los más variopintos objetos.




También tuvo invitados como Mortadelo y Pepe Gotera y Otilio, pero sobre todo a Rompetechos en varias ocasiones.






Otro personaje recurrente, era la araña colgada en su tela en la escalera del tercer piso, que casi siempre estaba disfrazada, como un Mortadelo cualquiera.





A veces, el propio edificio hacía de protagonista apareciendo en variadas situaciones, como inundado, con niebla, a oscuras o boca abajo, y así en este caso, todos los vecinos pasaban por la misma situación, pero de diferentes maneras.











Antes de 13, Rue del Percebe, ya habían existido otras historietas que habían usado el recurso de desarrollar una trama en un edificio con la fachada seccionada para poder ver su interior. Por ejemplo, Joaquim Xaudaró publicó a principios del siglo XX una página titulada "Una casa en Nochebuena".
 Will Eisner también nos muestra lo que sucede en un edificio en una página "School for girls" de su serie "The spirit".
 El ejemplo más cercano en el tiempo y aspecto fue una página llamada "Un dia en Villa Pulgarcito" de Vázquez, donde salen los personajes de Pulgarcito en distintas plantas de un edificio. Tal vez por esto se atribuye a veces a Vázquez la idea de la serie. En cualquier caso, todos estos ejemplos eran casos puntuales que Ibáñez tuvo la capacidad de convertir en algo habitual.





Ibáñez publicó 314 páginas de la serie hasta 1967, aunque fue sustituido durante algo menos de dos meses por Bernet Toledano quien realizó siete páginas en noviembre y diciembre de 1967. En 1968 Ibáñez vuelve a tomar las riendas de la historieta realizando 27 páginas más hasta que vuelve a dejar la serie en manos de Bernet Toledano, quien la continuó con 57 entregas más hasta el 26 de enero de 1970.​ Más tarde se publicaron en la revista historietas repetidas, a veces cambiando las viñetas de una página a otra, hasta el cierre de Tío Vivo en 1981. Sin embargo, en el Extra de Verano de 1970 aún aparece una página nueva de Juan Martínez Osete.


En 2002 Ibáñez hizo una página especial para la recopilación publicada en la serie de Super humor en que los personajes aparecen actualizados al nuevo siglo: el deudor de la buhardilla, Manolo, ahora realiza sus estafas por ordenador; el ladrón Ceferino está ahora en el consejo de administración de un banco; los niños del tercero derecha son ya mayores, y bailan rock and roll y toman pastillas de éxtasis; la anciana de la Protectora de Animales tiene un perro robótico, y en vez de un canario tiene un móvil con una melodía de Operación Triunfo; el sastre de al lado ha confeccionado un traje de "lo que se lleva ahora" a petición de un cliente, que resulta ser un cartel con el lema "No al CO2"; el veterinario ha clonado un león, que le ha salido con cabeza de burro; la pensión contigua está poblada de okupas; el colmado ofrece productos importados, aunque como siempre su calidad no es precisamente óptima; la portera está siendo rescatada por los bomberos de una montaña de correo comercial; y Don Hurón le explica a Rompetechos con la cabeza llena de basura que su alcantarilla no es una toma auto aspirante de residuos orgánicos.
También fue publicada en el Integral de la serie que salió en 2016.







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