"La Pulga"

 

A finales del siglo XIX, por la influencia de los espectáculos franceses, se produce una evolución en las tonadillas tradicionales españolas, y así nace el cuplé. Se dice que el primero, "La Pulga", una traducción de una canción francesa, fue estrenado por la cantante alemana Augusta Berges en el madrileño Teatro Barbieri en 1893.

En la foto un chiste de Cifré sobre este cuplé para una portada de la revista "Tío Vivo" cuando aún no la había absorbido Bruguera.

Caco y Coco

 

"Caco y Coco" fue una historieta de Lluis Allué creada en 1970 para el semanario Mortadelo, protagonizada por dos hermanos delincuentes cuyos intentos de dar algún golpe

invariablemente acaban en fracaso,

empleando los recursos típicos del humor habitual de las publicaciones de Bruguera como chascos, persecuciones y finales catastróficos.

Con un dibujo con cierta influencia de Vázquez, Allué estuvo presente junto con su otra serie "Mac Fisgón, detective de afición" en Bruguera hasta aproximadamente mediados de los setenta (reediciones aparte), sin conocérsele obra

posterior.

Hacia 1972 realizó algunos chistes y tiras para el semanario para adultos "Mata Ratos", donde hizo gala de un estilo más personal.

La revista "Zipi y Zape"

 

Como pasó con Mortadelo, los Zipi y Zape de Escobar alcanzaron una gran fama entre los lectores de tebeos Bruguera y la editorial decidió hacer lo mismo que había hecho con Mortadelo: sacarles una revista propia.

Y Salió el primer número en 1972 regalado junto con el ejemplar nº 85 de "Mortadelo"

Fue el primer tebeo publicado íntegramente en color, ya que sus otras revistas de aquella época aún alternaban el color con el bitono.

También fue una de las revistas de Bruguera que más material extranjero publicaba, al menos en sus primeros años, en una proporción del cincuenta por ciento. Series de I.P.C., Dargaud y Lombard principalmente.

La serie estrella de la revista era naturalmente "Zipi y Zape", que aparecía en las primeras cuatro (a veces sólo dos) páginas de la publicación. Generalmente eran historietas autoconclusivas, aunque imitando las pautas de Ibáñez en la revista "Mortadelo", Escobar también realizó varias series por capítulos que luego serían compiladas en álbumes.

La revista duró 673 números.

También tuvo sus extras, especiales, almanaques y "Supers"

La revista "Mortadelo" en la que se regalaba el primer ejemplar de "Zipi y Zape"

"Cab Halloloco"

 

Un personaje de Jan, el dibujante de "Superlópez" menos conocido, pero con innegable calidad.

Se trata de "Cab Halloloco", un extraño cow-boy del Oeste.

Sus aventuras, de dos páginas de duración, versaban siempre sobre la actitud excéntrica e incomprensible del protagonista con respecto a sus paisanos, y que no tenía nada del "tipo duro" del Oeste.

Eran aventuras de gran colorido, con un dibujo muy detallado, en las que primaba lo visual frente a los diálogos, potenciando sobre todo la sorpresa final en la última viñeta.

Legados...

 

Es curioso encontrar en un "Mortadelo" de Ediciones B de 1987, una historieta de "Don Furcio Buscabollos" de Cifré, (serie aparecida en 1947) pero así fueron las reediciones y no tener los autores (incluso después de fallecidos) los derechos de sus personajes, hasta cuando ya no existía la editorial Bruguera.

Teo y Dorita

 

"Modeste y Pompon" es una serie de historietas dibujadas por André Franquin en la revista Tintin. Escritores como René Goscinny , Greg, Peyo o Tibet escribieron gran parte de los guiones.

En España y en Bruguera se conoció la serie como "Teo y Dorita" y se publicó en la revista "Zipi y Zape" y en sus extras y especiales.

Teo es un joven sosegado, que sólo quiere tranquilidad, constantemente avasallado por un primo que trabaja de representante comercial . Por otra parte es muy ingenioso. Tiene unos sobrinos inquietos y fastidiosos, y vecinos caraduras, en abierta contradicción con el encanto y la serenidad de Dorita.

"Magos del lápiz"

 

La serie "Magos del lápiz" empezó en 1949 y duró un año con 36 números publicados de historietas de Zipi y Zape, Carioco, Doña Urraca, El Reporter Tribulete y Las hermanas Gilda entre otros ya aparecidas en "Pulgarcito", pero las portadas estaban realizadas expresamente por sus autores para estos cuadernillos de 24 páginas en blanco y negro.

Personajes en otras épocas

 

No era atípico en los tebeos de Bruguera el que las historias de un personaje se desarrollaran en otro tiempo.

Pongo unos ejemplos, aunque hubo bastantes más.

Tendríamos a "El caballero Don Simón, pequeño pero matón" de Jorge, y a "Margarita Gautierrez la dama de los cabellos" suspirando en la época del Romanticismo, así como a "Floripondia Piripi, se pirra por dar el sí", de Peñarroya; y a "Don Pancho", de Jorge nuevamente, en el México de la revolución (a su mujer, Palomita, la censura le "quitó" las coletas por "libidinosas). Más al norte, en el lejano Oeste, nos encontramos con "El Sheriff Chiquito, que es todo un gallito" de Schmidt; y del mismo autor, a "Troglodito", en la Edad de Piedra. También en aquella época están ubicados "Hug el troglodita" y "Roquita", ambos de Gosset.

Volviendo al Oeste americano, encontramos a Blas Sanchís con su "Historieta del oeste, bajo el cielo azul celeste".

"Espadini", de Cubero paseaba su uniforme de mosquetero del siglo XVI, y del mismo autor, el sheriff "Ponderoso Joe", otro más del Lejano Oeste surgido al amparo del éxito de la serie de TV Bonanza.

Una historieta de corta existencia en la edad media también, fue "Teofusto, caballero medieval", cuyo estilo está claramente basado en el de Cifré.

Y en el Tio Vivo nº 1996 de Agosto de 1969, Ibáñez se sumó al tema medieval con "El escudero Bartolo o que calor hace, Manolo" que fue única y no tuvo continuidad.

A la misma época medieval pertenece "El caballero Topito", de Figueras.

No es de Bruguera originalmente, sino de IPC, pero la dibujaba un ex brugueriano español y transcurría en el Lejano Oeste: Eran las perezosas desventuras de "Joe Marmota, el vago de Minnesota", de Ángel Nadal, que en el original en la revista Buster era "Lazy Sprocket, the tiredest man in Tennesse", pasando el personaje a se de Minnesota tras su estreno en España (traducido de la versión británica) en el nº 55 de Gran Pulgarcito por aquello de la rima brugueriana.

De época era "Rudesindo el bucanero" un tipo de cuerpo entero", de Peñarroya, y en la efímera revista Ven y Ven encontramos chistes sobre un personaje medieval llamado "Chindasinto", de Pedro García Lorente.

Y una historieta única sobre un personaje llamado "Rigoleto",un bardo medieval aparecido el El Suplemento de Historietas del DDT del dibujante Raf.

En Pulgarcito tendría una más larga pero también corta vida las historias de "Sindulfo el terrible", de Toni Bancells.

"Planeta"

 

Esta máquina "planeta" fue adquirida expresamente por Bruguera en 1925 para imprimir la revista "Pulgarcito". Sustituida años después, por la rotativa "Cerrutti" que tiraba 12.000 ejemplares por hora.

Don Furcio Buscabollos

 

Don Furcio Buscabollos nació en Pulgarcito en 1947, pasando posteriormente a Super Pulgarcito en1949, Ven y ven, Suplemento de historietas del DDT en 1959, Tío Vivo en 1961 y por último en las contracubiertas de la colección Jabato Color en 1969.

Fue otro de los grandes personajes de Cifré (1922-1962). Su serie comenzó llamándose Las trembundas fazañas de Don Furcio Buscabollos y el dibujante manifestó en varias ocasiones que, de todas sus creaciones, esta era su favorita.

Dentro de una multitud de historietas bruguerianas que se desarrollaban en la actualidad de aquellos años, Don Furcio llevaba a cabo sus tremebundas fazañas en plena Edad Media, como otro de los grandes personajes de la casa, El Capitán Trueno. Claro, que mientras que el famoso capitán era todo un héroe, don Furcio anhelaba serlo. Y lo era, aunque solo fuera por su voluntad y ánimo, pues andaba siempre presto a desfacer entuertos, enfrentarse a malandrines y sinvergüenzas y rescatar damiselas en apuros, así como a cortejarlas al modo medieval. Las historietas, como casi todas las de los personajes de Bruguera, acababan en chasco y Don Furcio recibía más palos que recompensas. Y es que lo que hace únicos a la gran mayoría de los personajes de los autores de Bruguera es esa capacidad de levantarse tras la paliza, de no lograr nunca los sueños perseguidos, de ser eternos fracasados y frustrados.

Los protagonistas principales son el caballero Don Furcio Buscabollos y su yegua Isabelita. Don Furcio es bajito, calvo y con un largo bigote. Suele ir provisto de armadura, y se expresa en una extraña mezcla de castellano antiguo e italiano macarrónico que era muy celebrado e imitado por los lectores de la época. Afortunadamente para el personaje, no llegó a alcanzarle aquel "Estatuto regulador de Publicaciones Infantiles y Juveniles" de 1967 que obligó a entrecomillar todas las expresiones incorrectas o escritas en otros idiomas, como le ocurrió a Agamenón y que ya he comentado en otra entrada de este blog. Desgraciadamente esto fue debido a la prematura muerte de Cifré, que no llegó a "sufrir" aquel dichoso Estatuto.

La Yegua Isabelita está provista del don del habla, nada usual para una yegua, y camina casi siempre sobre sus patas traseras; en la serie hace más bien el papel de "escudera" de Don Furcio y es otro elemento diferenciador y curioso en la serie. En la tradición Brugueriana de la relación fámula/o con su señor coincide en la convivencia diaria y en la falta de pago de los emolumentos, en la toma de responsabilidad del supuesto lacayo sobre los desbarajustes de su jefe… y, como todo mayordomo que se precie, sisadora y catadora de las bebidas espirituosas de su amo (tras lo que se procedía al relleno habitual con agua para que no se notase).

Isabelita cuida de Don Furcio tanto como Don Furcio se aprovecha de Isabelita. Esta, con fidelidad ciega e ingenua, cree que lo que siente maternalmente hacia su señor es recíproco, cuando es en realidad... inversamente proporcional; y Don Furcio se aprovecha de ello, pues aunque arruinado no deja de ser y actuar como un patrón, siendo muchas veces su comportamiento despreciable para quien se las da de caballero. Aún así, Don Furcio también estima a Isabelita. Lo que ocurre es que su forma de tratarla es la normal debido a la diferencia de clases, y Don Furcio e Isabelita así lo ven; es algo natural, está dentro del orden de las cosas, no existe malicia alguna en el injusto trato.

Una de las características de la serie, eran los anacronismos, tales como las lámparas o teléfonos, afeitadoras eléctricas o radios. En una ocasión, con un tremendo dolor de muelas, se plantea tirarse debajo de un tranvía, a lo que Isabelita le replica “¿Olvidáis, señor, que los tranvías aún no se han inventado?”.

Obseso Pisafondo

 

"Obseso Pisafondo"es una serie creada por Jaume Rovira para la revista TBO en 1988.

Obseso es, como su nombre indica, un maniático de los coches, que sufría todo tipo de percances automovilísticos.

Aunque ya era de Ediciones B, me parece oportuno hablar de esta serie, ya que es una de las últimas creadas por Jaume cuando aún había tebeos en este país y además estuvo en Bruguera muchos años y nos brindó series como "Segis y Olivio" o "Los 5 amiguetes"

Tele Color

 

La revista "Tele Color" fue una apuesta de Bruguera para aprovechar la creciente popularidad de los personajes de su competidora más directa, la televisión. Fue lanzada en 1963 y terminó en 1968 después de 249 números. Desfilaron por sus páginas los personajes de Hanna-Barbera, Warner Bros y series estadounidenses y en su última etapa series españolas que ya no tenían tanto que ver con la "caja tonta"

Ángel Síseñor

 

"Ángel Siseñor" fue creada por Manuel Vázquez en 1953 para el DDT. Pertenece al grupo de historietas de tamaño cuartilla que Bruguera emparejaba en sus revistas cuando la estructura del gag principal era demasiado breve para ser desarrollado en una página entera y compartía páginas con los Diálogos para Besugos de Armando Matías Guiu, con frases del mismo autor, que llamaba "Pensamientos Mentales", con entrevistas de El Repórter Tribulete a celebridades, reales o ficticias, incluido el mismo padre de la criatura, publicidad y chistes variados, siempre a un costado de la página, derecha o izquierda, daba igual. Dependía de la maquetación. La cosa era que Ángel Siseñor siempre tiraba más hacia el centro del tebeo, según lo abrías.

Esta serie, en principio muy limitada por la propia condición del personaje, se convirtió en la más longeva de esta revista con esta estructura, prolongando su aparición durante más de diez años, y siendo objeto de republicación en otras revistas de la misma editorial durante casi 20 años más. (aunque lo de las reediciones era norma habitual con todas las historietas brugueriles). De carácter sumiso y complaciente, siempre contestaba educadamente "Sí, señor" a todas las peticiones que recibía, por inverosímiles que parecieran. Ángel era incapaz de negarse a nada (ni tampoco de pronunciar ninguna otra palabra) de manera que todos a su alrededor se aprovechaban de él.

Posteriormente, su “leit-motiv “ se convierte en el lema de lo inverosímil. Ya no es la respuesta atenta al desaprensivo que busca su ayuda, sino la afirmación de que lo imposible es posible, de que, por disparatada que sea la cuestión, para Ángel Síseñor no hay otra respuesta que “Sí señor”. Es entonces cuando Manuel Vázquez da rienda suelta a sus innumerables recursos imaginativos y traduce en imágenes “reales” los más absurdos sueños o las más improbables situaciones.

A partir de 1958 el personaje empezó a dar síntomas de cansancio y el autor ideó una manera de continuar sus historias cada vez más exagerada, jugando con las posibilidades gráficas de los bocadillos o llevando al extremo más absurdo sus contestaciones. Así mismo, el personaje empezó a cambiar su actitud con unas salidas cada vez más sorprendentes, que subrayaba con su habitual contestación "Sí, señor". Esta nueva etapa tuvo aún mejor acogida y mantuvo al personaje con vida seis años más.

Y, como he comentado más arriba, sobrevivió hasta el final de Bruguera, aunque fuera en forma de reediciones en toda la plantilla de revistas de la Editorial. Y más allá, pues fue reaprovechado por Ediciones B.

Don Ángel ya en Ediciones B

De las primeras historietas de Don Ángel

"Nosotros", nº 27

 

Portada de Ibáñez para el n°27 del boletín interno de Bruguera "nosotros" de abril de 1968 en la que aparecen caricaturizados algunos redactores y guionistas de la casa; Matías Guiu, Vidal Sales, Perich, Julio Fernández o Jordi Bayona, además de los "jefes" Rafael González y Francisco Bruguera.

Ganzúo y Pesquisón

 

Enrich, además de al caco Bonifacio, dibujó otra serie de historietas en las que un caco era coprotagonista; la otra parte era un policía, uniformado como un agente de los "Keystone Cops" (los policías de las películas mudas de Chaplin O Harold Lloyd)

La serie era "Ganzúo y Pesquisón", en la que Ganzúo, más listo que su rival, le burlaba de mil maneras, mientras que se convertía en la obsesión de Pesquisón, que debido a su sobrepeso nunca podía atraparle por medio de la persecución.

Pese a todo, la relación entre ambos es respetuosa y las ingeniosas situaciones ideadas por Enrich se resuelven antes por la inteligencia y los diálogos de los personajes que por la acción física.