domingo, 20 de marzo de 2022

Diálogos para besugos

 

Los "Diálogos para besugos" nacieron en la revista DDT en 1951 y tuvieron varias firmas hasta que en 1953 Conti llamó al guionista de cine y cómic Armando Matías Guiu (1925-2004) y le adjudicó la serie junto con alguna otra como "Teatro sintético" o "A boca de jarro".
Eran unas conversaciones repletas de ingenioso surrealismo, como una columna en la segunda página de la revista "Mortadelo". Siempre empezaban y terminaban igual: "Buenos días", "Buenas tardes". Y se desarrollaba un juego de palabras en una conversación delirante y falta de toda lógica.
Fue tal el éxito, que la expresión "diálogo para besugos" no tardó en incorporarse a las expresiones populares de los españoles para referirse a cualquier conversación con tintes ridículos.
Con el tiempo, Armando haría de guionista en una gran cantidad de series de historietas de la casa como para "Neronius" dibujado por Esegé (1958-2021) o "Don Percebe y Basilio" de Rojas de la Cámara (1930-2019) entre otras.
Pero la fama de esta sección no repercutió en un mayor conocimiento de su autor, cuya biografía e ingente producción literaria ignora aún la mayoría del público.
Duró la serie hasta 1986, con el cierre de Bruguera.
El nombre y su alargada figura permanecen indeleblemente estampados en la historia de los tebeos desde el momento en que destacados dibujantes de la Escuela Bruguera, como Jaume Rovira, Escobar o Ibáñez, (sobre todo este último) empezaron a caricaturizarle regularmente en sus viñetas, convirtiendo a Armando Matías Guiu en un personaje más de una de las páginas doradas del tebeo español.


Caricaturizado por Ibáñez

Armando Matías Guiu



viernes, 11 de marzo de 2022

Una entrada no de Bruguera, pero casi...

 


Cuando Bruguera cerró en 1986, en octubre de ese año el Grupo Zeta adquirió todos sus fondos​ incluyendo miles de originales​ dando lugar a Ediciones B.​
Ediciones B empezó reeditando los Cuadernos El Capitán Trueno, El corsario de hierro, El cosaco verde y Jabato y retomando las revistas Mortadelo, Super López, Super Mortadelo, TBO, Zipi y Zape y Zipi y Zape Super, además de hacerse cargo de las revistas Guai! y "Yo y Yo". También relanzó las colecciones Tope Guai!, Olé, Super Humor y Magos del Humor.
Pero En 1996 Ediciones B había cerrado ya todos sus tebeos clásicos, salvo TBO, para centrarse en la producción de álbumes monográficos de sus autores más conocidos: Ibáñez y Jan. con lo que nos quedamos huérfanos de los personajes "bruguerianos" de siempre.
Pero en 2009, la Editorial R.B.A. lanzó la colección "Clásicos del humor", que con 40 tomos periódicos parecidos a los Super humor, nos volvían a traer a nuestros entrañables personajes en unos tomos muy correctos y con la historia de dichos personajes y sus autores comentada bastante completa.
Más tarde saldría como suplemento de algunos periódicos, pero solo 30 tomos.
Personajes como "Angelito", "El profesor Tragacanto", "Carpanta", "Los señores de Alcorcón y el holgazán de Pepón", "Gordito relleno" "Pascual, criado leal" de todos aquellos autores, Vázquez, Ibáñez, Jaume Rovira, Raf, Cifré, Conti, Escobar, Gosse, Nadal, Jan, Nené Estivill, Schmidt y otros.
A los que llevamos a Bruguera en las venas, incluso se nos hizo corta...
Las fotos son de mi colección (que la hice, claro )


















Algunas portadas de los tomos





Unas explicaciones sobre los autores y los personajes más que correctas.


domingo, 6 de marzo de 2022

La terrible Fifí

 

Esta gamberrilla patológica "nació" en el número 1424 de "Pulgarcito" en 1958 de la mano de Nené Estivill, del que ya os he hablado en otra entrada.
Fifí es una niña bajita, con trenzas y sonrisa malévola, vestida con trajes repipis. Como antagonista tiene a Don Ricachini, un amigo de la familia al que somete a una gamberrada tras otra, o también a Melanio, eterno pretendiente de Ofelia, tia de Fifí, al que también le hace perrerias varias.
Llama la atención que las travesuras de Fifí casi nunca le suponen un castigo a ella porque sabe bien como esconderse o huir.
Aunque a veces sus travesuras puedan ser para "hacer el bien", como en una ocasión que cambia las invitaciones a una fiesta de Don Ricachini y en vez de los amigos de alto copete, se presentan un sereno, un botones o un vigilante.







sábado, 5 de marzo de 2022

Apolino Tarúguez, hombre de negocios.

 

A esta serie, Carlos Conti (1916-1975) su creador le tenía un especial aprecio ya que cuando se fue de Bruguera con los otros cuatro "grandes" para fundar su propia revista "Tio Vivo" se la llevó con el, cambiando un poco el título de la misma, que era propiedad de Bruguera.
La serie nació en 1951 en "El DDT". En 1955 pasó a llamarse "Apolino Tarúguez y su secretario" y, cuando pasó a "Tio Vivo" se llamó "Tarúguez y cia"
Apolino Tarúguez es un oscuro hombre de negocios corpulento y malhumorado que tiene un secretario llamado Celedonio, bajito y bonachón, al que, como en casi todas las historietas de jefes y empleados realizados por los dibujantes de Bruguera, trata a baquetazos, llegando muchas veces a la violencia física.
En contadas ocasiones Celedonio acaba bien la historieta. Y casi siempre la acaban mal los dos.





Alí, el genio de la lámpara, de Sifré

 

Durante muchos años la Editorial Bruguera no tenía rival en cuanto a la edición de tebeos. Sólo el veterano "TBO", y las revistas de la Editorial Valenciana como "Pumby" o "Jaimito", se conformaban con medio competir y hacerse un hueco en los kioskos españoles frente a las múltiples publicaciones de Bruguera.
La Editorial Valenciana tenía su propia escuela de autores, tan recordados como Sanchís, Rojas de la Cámara o Sifré.
Estos autores mencionados acabaron trabajando para la Bruguera en los años 70, época en la que la Editorial valenciana comenzó su declive.
Francisco Sifré (1940), creó para Bruguera grandes personajes como El Marqués de la Foca, Aceituno cargante vendedor ambulante o del que os voy a hablar Alí, el genio de la lámpara.
Aparecido a principios de los años 70 en la revista "Zipi y Zape", estas historietas de marcado aspecto infantil, recogían la esencia de este autor, en la que un dibujo claro, expresivo, muy bien ambientado, se conjugaba a la perfección con unos guiones sencillos, a la vez que entretenidos.
Alí era un niño-genio bienhechor que en cada episodio, prestaba su ayuda mágica a quién se lo pidiese, así como escarmentando a los villanos que se iba encontrando. Aventuras de toque clásico, llenas de fantasía de las mil y una noches.
Teniendo en cuenta el público infantil al que iban dirigidas, son muy buenas historietas infantiles.




Camelio Majareto

 

"Camelio Majareto" es una serie de Martz Schmidt (1922-1998), aunque en este caso, los guiones no fueron de él y trabajó casi siempre con algunos de los guionistas habituales de Bruguera de la época.
La serie se publicó de 1976 a 1986.
El protagonista de esta serie era un psiquiatra desequilibrado, como su propio apellido sugiere, que siempre estaba fumando cigarrillos con boquilla y lucía una pajarita roja como única nota de color de su negro atuendo. A sus pacientes les aplicaba métodos de curación bastante inusuales que o bien resultan ser innecesarios y casi nunca lograba que sus pacientes le pagasen sus honorarios.
Le acompañaba en sus aventuras una secretaría recepcionista muy mona, pues a Schmidt siempre se le dio bien dibujar bellezas.
Su primera aparición tuvo lugar en la revista "Mortadelo Gigante" nº13, de 1976.
En el siguiente número apareció con el nombre de Camelio Majarétez, que no volvería a repetir. Desde entonces siempre sería Camelio Majareto.

La única historieta en la que se apellidaba "Majarétez"