"Maff y Osso" eran una pareja de gangsters creación de Julio Fernández (suyos fueron los primeros guiones) y el dibujante Jiaser, seudónimo de José Antonio Serna Ramos (1927-2011) que también dibujaría para bruguera a "Cucaracho" o "Tica"
En "Maff y Osso" asistimos a una parodia del mundo de los gánsteres en toda regla con todos los elementos característicos.
La acción transcurría en Chicago, la ciudad gangsteril por excelencia al acoger en los años 20 al famoso Al Capone. De hecho, el “boss” de la pareja, un capo tartamudo, se llamaba Al Tappone, obvio homenaje al gánster. Otro homenaje lo constituía el agente de la ley y eterno enemigo de los protagonistas, Elliot Yes, parodia de Elliot Ness, el agente del tesoro estadounidense, famoso por sus esfuerzos por hacer cumplir la Ley de Prohibición en Chicago, como el líder de un equipo legendario apodado Los Intocables, que inspiró numerosas series de TV, como los Intocables, protagonizada por Robert Stack en el papel del agente, y películas, como "Los Intocables de Elliott Ness", dirigida por Brian de Palma en 1987, por la que Sean Connery ganó el Oscar al mejor actor secundario ese mismo año. Por cierto, que la parodia de los Intocables en Maff y Osso eran "Los Insoportables".
Los dos amigos (de lo ajeno) protagonizaban episodios plagados de confusiones, atracos, tiroteos, persecuciones y más de un final en chirona, situaciones a las que los sucesivos guionistas sacaban buen partido cómico. Sus historias se publicaban en las principales revistas Bruguera durante finales de los 70 (1978 aproximadamente, en Mortadelo) hasta la desaparición de la Editorial.
Osso, el segundo de a bordo, era un tipo corpulento, el músculo de la pareja. Un personaje anodino gráficamente, pues no se diferenciaba demasiado de cualquier secundario que apareciera en la serie. El estilo de Jiaser, era inconfundible, dinámico, y se salía de todo lo establecido por Bruguera. Supongo que en los últimos años tenían más “manga ancha” en cuanto a los estilos, no tan encorsetados como en tiempos del señor González, y aparte de a Jiaser, Bruguera publicó a autores (los conocidos como de la generación del 70, la última generación) como Rojas, Esegé, Allué, los hermanos Fresno (que firmaban como Fresno´s), Joan March, Jaume Rovira, Alfonso López y Vaquer (que firmaban como Frankfurt) o Jan.
Los personajes de Jiaser sonreían enseñando los dientes, tenían rizos que surgían rebeldes, como las voluta de humo del puro de Al Tappone; las suelas de sus zapatos se veían constantemente y de frente, sus piernas eran muy finas y se doblaban en ángulos…angulosos. Las onomatopeyas, las líneas cinéticas, las estrellitas de dolor, la líneas de expresión… todos elementos muy característicos del dibujante alicantino. Jiaser llenaba sus historietas con espirales.
Como el rizo que se le veía al engominado Maff, resistiéndose al ungüento capilar, cuando no llevaba ese enorme sombrero (en comparación con el diminuto que cubría a Osso). Osso llevaba pajarita, y Maff, historiadas y enormes corbatas, no tan elegantes como las de su jefe Tappone. Maff tiene una cara redonda y grandes ojos, y recuerda vagamente a cierta criatura nativa de la selva de Palombia… o al menos a mí siempre me lo ha recordado. Se vestía con más distinción que su compadre, con un traje cruzado de doble fila de botones, o quizás fuera que su mayor esbeltez le hiciera lucir mejor y le facilitarse el abotonarse la americana. Osso tiraba (y nunca mejor dicho) de ametralladora Thompson, modelo de 1921 con cargador de tambor (también conocida como Tommy). Maff, en cambio, prefería portar una pistola, presumiblemente un Colt 45 automático.
En estas historias vemos también los asuntos recurrentes que hemos visto mil veces cuando se rata la temática gangsteril, como el cobro del “impuesto de protección”, póker, whisky (ambos ilegales), contrabando y muelles, pero los coches no se corresponden con la época, más bien parecen coches de los años 60, como pronto, por lo que no vemos ninguno de esos bonitos automóviles con estribo, donde se apostaba un tipo durante una persecución para tirotear al rival. E incluso vemos un helicóptero, cuando el primero que se fabricó para uso civil fue el Bell 47 en 1946, y el primero manejable se fabricó en la antigua Unión Soviética en 1932. Así que Maff y Osso ha de transcurrir… en un mundo paralelo situado en el Universo Bruguera.