Apuntes sobre la escuela Bruguera: Carpanta o el hambre perpetua

Esta serie de historietas es creación de Josep Escobar (1908-1994)

Las primeras historietas de Carpanta datan del año 1945.

Eran los años de las postguerra española y Carpanta concentró las preocupaciones y carencias de todo un pueblo. La falta de productos de primera necesidad, la picaresca imperante, el chabolismo... todo está presente de forma solapada (o no tanto)

Su popularidad en los años 40 y 50 fue tan grande, que algunos lectores llegaron a enviar dinero a la redacción de Pulgarcito, para que Carpanta comiera.

También mandaban productos comestibles, como en el caso que el propio Escobar contó en alguna entrevista, de que le fue mandada una caja de mantecadas de Astorga (León) y que se comieron él y su familia.

Hoy en día, los más talluditos aún decimos "Pasas más hambre que Carpanta"

Al principio Carpanta vivía debajo de un puente, más adelante pasó a habitar una modesta chabola, en la que estaba alquilado.

En principio, Escobar iba a llamar a su personaje "Manduca", pero se decidió por "Carpanta", que procede de la voz coloquial "carpanta", que significa, según el diccionario de la lengua española, "hambre violenta". Calmar el hambre es el único objetivo de Carpanta en todas sus historietas, y su empeño resulta constantemente frustrado.

La serie refleja las durísimas circunstancias de la España de posguerra, aunque el tono de crítica social es bastante comedido, para eludir problemas con la censura franquista. De hecho, a finales de los cincuenta la censura estuvo a punto de cancelar la serie, aduciendo que "en la España de Franco nadie pasa hambre". Afortunadamente Escobar suavizó sus guiones (por eso el personaje a menudo dice que tiene "apetito", en vez de "hambre") y la serie continuó publicándose en las revistas de Bruguera. En contadas ocasiones, Escobar dio de comer a Carpanta, aunque fuera una avellana.

Escobar "amenazado" por la espada de Damocles de la censura

En sus principios, Carpanta vivía sus aventuras (más bien desventuras) en solitario; años después, Escobar incorporó a Protasio como contrapunto y ya le acompañaría en casi todas las historietas.

El nombre de Protasio, según cuenta Escobar, se le ocurrió cuando ya tenía pensado el personaje y se trasladó a vivir a la calle Obispo Sivilla, en el barrio barcelonés de San Gervasio, en 1944. En una iglesia de dicho barrio, Escobar descubrió sendas imágenes de los santos Gervasio y Protasio, y le pareció que mientras el primero había dado nombre a la barriada y se llevaba todos los honores, el segundo, era injustamente olvidado. Y entonces Escobar "rehabilitó" al pobre Protasio dando nombre a su personaje.