"Segis y Olivio, traperos de Alivio" es una serie de historietas del dibujante Jaume Rovira (1951), uno de los historietistas de la llamada "tercera generación de la escuela Bruguera"
La primera vez que pisó Bruguera, fue con dieciséis años y con la ayuda de Jordi Bayona. Su primer personaje para Bruguera fue "Pepe" en el que se ve la influencia de haber sido entintador de Vázquez un corto periodo de tiempo. Su otro elenco de personajes ya son conocidos por todos nosotros, como "Vicente, el dependiente", "Hotel Media estrella" antes de crear a este par de traperos. Y más adelante otra de sus series más recordadas: "Los cinco amiguetes"
Estos dos personajes, Segis el jefe y Olivio el subordinado, aparecieron en el año 1971 en el número 12 de la revista "Mortadelo" y fueron evolucionando tanto gráficamente como en los guiones a lo largo de los 14 años en los que fueron publicados.
En las fotos que acompañan esta entrada, se puede apreciar la evolución de los personajes, sobre todo de Olivio, que pasó de ser moreno bajito y con ropas medio andrajosas, a ser rubio desgarbado y ropa moderna de la época.
Segis es un personaje desconfiado y calculador, aunque su afición a la poesía le da un cierto toque de ternura. Olivio es un personaje lleno de buenas intenciones y un poco despistado. En un principio su jefe lo somete a una gran presión laboral, ambos están siempre buscando la forma de hacerse la pascua el uno al otro. Pero con el tiempo esta relación se vuelve más de igual a igual, e incluso ya no se llamaban de usted.
Como ha escrito Antoni Guiral, "Segis y Olivio terminó siendo una serie de humor muy desmadrado, de sello bastante personal, con un dinamismo narrativo y una soltura gráfica tal que se convirtió en una apuesta de personalidad muy bien definida, en consonancia con las aportaciones de otros autores más jóvenes, que, como Rovira, en el último tramo de Bruguera aportaron un aire fresco y algo rompedor a las cabeceras de Bruguera."
Segis y Olivio todavía vivieron alguna nueva aventura en Ediciones B cuando en 1988, esta editorial que ya tenía todo el fondo de Bruguera, publicó un "Olé" dedicado a ellos.
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